martes, 2 de agosto de 2011

El glifosato produce malformaciones...

He leído miles de artículos referidos a los efectos dañinos del glifosato y la evidencia científica presentada por los ambientalistas es siembre débil o nula.

1.- Los ejemplos presentados (Ej. "pueblos fumigados”) son casos de evidente mala praxis.

2.- El Barrio Ituzaingo de Córdoba del que tanto se habló y donde habría casos de cáncer atribuidos con bombos y platillos al glifosato se construyó y asì se demostró en un basural lleno de metales pesados.

3.- La publicitada investigación del Dr. Carrasco fue desautorizada por el mismo Connicet. El Dr. Carrasco publicó en la revista Chemical Research Technology demostrando que los embriones de anfibios son afectados al ser cultivados en soluciones con glifosato. El trabajo de marras (citado permanentemente por los  ambientalistas) fue el hazmerreir del mundo. Cualquier embrión cultivado en un ambiente que no sea el natural sufriría malformaciones. No es necesario que sea glifosato, puede ser orín o leche.

4.- Se habla y se publican fotos frecuentemente de personas con deformaciones o defectos físicos en Añatuya, etc.. El tema es viejo en Añatuya. Más antiguo que el Glifosato. Las malformaciones y otras complicaciones tienen en Santiago del Estero la media de cualquier lugar pobre y la causa es conocida desde antaño: “desnutrición durante el embarazo”.

5.- Es más, si el culpable de las deformaciones fuera el glifosato, debería haber mas problemas en Santa Fe, Sur de Còrdoba o Buenos Aires que en Tucuman, Santiago del Estero o Chaco. Sin embargo no es asì. Pocas Provincias usan mas Biocidas que Santa Fe. Sin embargo la Directora de hospital de Toxicologìa de Rosario dijo claramente en una charla en Reconquista “Hace años que todos los intoxicados que tenemos en el hospital son urbanos. Nadie del campo”.

También dijo: “cuando hacemos seminarios sobre intoxicación con agroquímicos prácticamente no vienen médicos del interior de la Provincia”. La razón es simple: “los médicos no se capacitan en problemas que no tienen.

Cualquier actividad humana contamina. La agricultura tambien y el glifosato es un veneno. Pero permite el mejor balance ecológico: es un agroquímico biodegradable y la siembra directa (posible gracias al glifosato) evita la erosión eólica e hídrica, claves para el hacer una agricultura sustentable.

La ciencia no se rige por el principio de autoridad, ni por el “argumentum ad populum” (sofisma). Lo que cuentan son las evidencias. Las mismas deben ser presentadas en los organismos correspondientes: Organización Mundial de la Salud, Senasa (Argentina), Food and Drug Administration (Estados Unidos).

El Ministerio de Ciencia y Técnica y el CONICET constituyeron una Comisión Ad-Hoc para evaluar la seguridad del empleo del glifosato como insumo agropecuario. Luego de revisar la bibliografía, se llegó a la conclusión de que no hay referencia que hasta el momento acredite peligro para el uso del glifosato. No desconozco que nada que venga del gobierno es creible. Pero en este caso los ambientalistas citan a "Carrasco" y hacen alarde de su condición de científico del CONNICET (también es/fue adlater de Nilda
Garre, aunque esto no se publicita tanto).

Gabriel Vénica
gvenica@uade.edu.ar
11 15 6694 8893

El trabajo agrario es en negro

El agro cuenta con un 75% de trabajo en negro ha publicado la Agencia de noticias oficialista “Noticias Argentinas” citando un estudio de una ONG de nombre IDESA.

El informe habla de 335.000 trabajadores registradas sobre un total “supuesto e imaginario” de 1.300.000 trabajadores (lo que totalizaría un 25% de trabajo registrado en blanco y 75% en negro)

El dato es falso y descontextualizado. Doblemente falso por tanto.

En el RENATRE (Registro nacional de trabajadores rurales y empleadores) se encuentran registrados 840.000 trabajadores. Mas del doble de los que cita el informe. Temporarios, golondrinas o permanentes pero registrados al fin (un 65% del total) (1).

Dando por cierto el universo proyectado por IDESA (1.300.000 trabajadores), con un 35 % de trabajo en negro el agro se encontraría por debajo de la media nacional (45%).

Sin perjuicio de estos guarismos es interesante preguntarse ¿Dónde están estos bolsones de trabajo en negro agrario (35%)? Paradójicamente los encontramos muy alejados de la “ruralidad” que enfrentó al kirchnerismo en el 2008, a saber:

-En actividades agrarias de subsistencia especialmente en Provincias del Norte Argentino cuyos gobernadores en general son aliados incondicionales del oficialismo.

-En San Juan (donde el trabajo en negro alcanzaría el 80%) y en el Chaco (algodón) gobernados por los ultrakirchneristas Gioja y Capitanich respectivamente (este último productor agropecuario).

-En actividades de mano de obra intensiva (ajo, cebolla y sector hortícola en general). Actividades realizadas y regenteadas en buena parte por inmigrantes del país hermano de Bolivia cuya radicación el Ejecutivo Nacional alienta o por lo menos tolera.

Es por todos conocidos el cordón hortícola que rodea al Gran Buenos Aires, donde se combinan trabajo en negro, trabajo indocumentado y trabajo infantil en miles de emprendimientos colectivos que, de existir voluntad oficial, sería muy fácil de combatir, teniendo en cuenta la cercanía y que toda esta producción confluye (como en un embudo) en el Mercado Central donde reina el todopoderoso Secretario de Comercio Guillermo Moreno.

Alcanzaría con que se impida comercializar las verduras a quienes no demuestren contar con los papeles laborales en regla. Sería suficiente con que se utilicen algunas de las herramientas con que se ha hostilizado al agro argentino (ONCCA, PERMISOS, REGISTROS, ETC..) en los últimos años. Desde ya que esto traería el inconveniente de ahuyentar los votos de colectividades afines y hacer subir los precios.

En cuanto a la producción agraria tradicional cerealera o ganadera que el kirchnerismo no ha podido clientelizar y que ha sido etiquetada despectivamente como “la oligarquía” podemos afirmar que constituye una de las actividades con mayores índices de trabajo en blanco. Un trabajador en negro para un productor cerealero o ganadero constituye un riesgo cierto de perder el campo.

“El agro no da trabajo” repetían a mansalva los coros k en el 2008. “Los trabajadores del agro están en negro” recitan ahora. Con 840.000 afiliados regularizados (la cifra más alta entre todos los sectores), la UATRE (el sindicato de los trabajadores rurales) invita a renunciar a una de las dos afirmaciones. O el agro da muchísimo trabajo y 840.000 serían la exigua cifra que nuclea a los pocos que están registrados. O están registrados todos y da poco trabajo en comparación con otras actividades… que darían muchísimo más pero –deberíamos admitirlo- estando casi todos en negro, razón por la cual no pueden siquiera acercarse a los 840.000 afiliados registrados de la UATRE.

“Una cosa no puede ser y no ser a la vez y bajo el mismo aspecto” reza el principio de no contradicción, piedra fundamental de la lógica.

Tratándose de usinas de propaganda es mucho pedir. “Miente miente que algo queda” les resulta mas práctico y efectivo.


Gabriel Vénica

(1)Son los datos que aporta quien más ha luchado y más denuncias ha realizado contra el trabajo en negro: “El Sindicato de trabajadores rurales (UATRE)”.

Gabriel Vénica
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